martes, 3 de junio de 2008
Se reeditan libros clave de la historia y la literatura del Chaco
La provincia del Chaco no escapa a la obsesión argentina por encontrar una identidad. Es una pregunta al ver las mujeres tobas que llevan cestos para vender, o cuando los diarios muestran a criollos y wichís de El Impenetrable castigados por hambres idénticas. Esa acuarela extraña, espesa y vital, quiere quedar, al menos, atrapada en un libro. Por todo eso arrancó la Colección Rescate, una iniciativa del librero Rubén Bisceglia -de la Editorial Librería La Paz- junto a Francisco Romero, actual subsecretario de Cultura del Chaco. Se reeditaron ya varios títulos claves de la literatura y la historia local, que faltaban desde hace más de treinta años en las librerías. Es el caso de la novela Dios era verde de José Chudnovsky (originalmente publicada en 1965 con prólogo de Miguel Angel Asturias y premiada por Losada); el ensayo histórico Tres ciclos chaqueños (1955) de Guido Miranda, la novela Esta tierra es mía (1947) de José Pavlotzky o el poemario Gesto de soledad (1964) de José Adán Molfino Vénere. Muchos de estos títulos se presentaron en la reciente Feria del Libro local, visitada por 25.000 personas. En ese marco, otro acontecimiento cultural fue la presentación de Historia general del Chaco, obra inédita del investigador Ramón de las Mercedes Tissera, prologada por Félix Luna.Tissera, que en su historia hace entrar a los pueblos originarios de la región en la historia de los blancos, escribió ya en 1968 contra la pretensión de hacer creer que el Chaco nació en 1878 -el año en que llegaron los primeros inmigrantes europeos a Resistencia- como si ésta fuera "una tierra nueva sin herencias, sin ancestros". Tissera condenó esa visión porque "relegó lo telúrico a la categoría de folclore, acordonó la historia con una métrica insignificante, empobreció las raíces para destacar las flores" y terminó así "sacrificando la vitalidad del árbol". Uno de los gestores de la Colección Rescate es Francisco Romero, docente y escritor. En 2004 él quiso armar en la Feria del Libro Chaqueño un stand con los principales títulos locales y comprobó que eso era imposible. "Algunos de esos libros eran ejemplares únicos en las bibliotecas, entonces no se los podía sacar. Tres ciclos chaqueños llevaba medio siglo sin editarse", recuerda Romero. El primer paso se dio en febrero de 2005 con un emprendimiento conjunto de la Universidad Nacional del Nordeste y la Editorial Librería La Paz -que dirige Rubén Bisceglia- que hizo posible la reedición de las obras de Miranda y Chudnovsky. Este año se sumaron las de Tissera, Molfino Vénere y Pavlotzky.Romero es hoy subsecretario de Cultura del Chaco y se propone "ir sacando cuatro a seis títulos por año. Hablamos con las áreas culturales de las demás provincias del nordeste del país para que éste sea un rescate regional, no sólo de obras chaqueñas". El librero y editor Rubén Bisceglia dice que la colección busca "afianzar una identidad chaqueña guaranítica, resistir a una clara política de mercado que hizo que algunos títulos esenciales no se reeditaran durante generaciones. No quisimos caer en el desánimo de las estadísticas. Sí, en la provincia tenemos índices altísimos de analfabetismo y de miseria, pero los libros son herramientas de lucha contra todo eso".Precisamente, esta tarea editorial quiere rescatar la diversidad cultural del Chaco, su pluralidad de lenguas y experiencias. Por caso, el historiador Tissera dedica toda la primera parte de su obra a hablar de la amplia variedad de tribus indias que convivían en la región antes de la colonización. En el caso de Tres ciclos chaqueños del respetado periodista, escritor e historiador Guido Miranda, aquella única edición publicada en 1955 describía el proceso socioeconómico vivido desde la fundación de las primeras colonias chaqueñas hasta el auge del algodón, pasando por la explotación forestal indiscriminada. Dios era verde de José Chudnosky tiene un fuerte tono autobiográfico, con la melancolía de un hombre en el que se superponen la cotidiana fascinación por el paisaje rural y la añoranza de un padre que dejó la mitad del alma en Europa.El relato de José Pavlotzky, Esta tierra es mía está marcado por el realismo literario y el momento histórico del país -narra la vida en los obrajes y la lucha de los criollos por la propiedad de la tierra- sin ocultar la militancia socialista del autor. El poemario es de José Adán Molfino Vénere, Gesto de soledad, describe el sordo forcejeo entre el hombre y un universo que, aunque los astrónomos digan lo contrario, es una breve calle de tierra: "Estar solo es un gesto / Un pájaro midiéndonos el frío / hacia adentro", dice el autor de este libro. Los cinco autores de estos libros ya murieron. Como un símbolo de lo que es el Chaco, ninguno de ellos nació en la provincia. Pero los cinco quedaron enredados en sus telas de araña y luego, sin vuelta atrás, intentaron descifrar el enigma del alma colectiva.
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